“Después de haber comprado y reformado nuestra casa española «para nosotros», mi mujer y yo estábamos nerviosos por ponerla en alquiler. Álvaro nos convenció rápidamente: «no tenemos oficina externa. Nuestra oficina es su casa – saludamos a los inquilinos cuando entran, les enseñamos la casa; y les saludamos cuando se van. Este tipo de enfoque humano personal casi garantiza que la casa será cuidada por todos como si fuera suya